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lunes, 4 de octubre de 2010

Y ni siquiera es carnaval



Inhóspitos parajes auguran la reconstrucción de las máscaras
Hay máscaras de lágrimas de cocodrilo
y máscaras de sepulcros blanqueados
hay máscaras de dolor impropio
y máscaras de risas insignificantes
y luego hay máscaras de verdades falseadas
y de mentiras creíbles  y de mentiras creyentes.

Hay máscaras de forestas deforestadas
y de venados hambrientos, de flores marchitas
y de visiones, y de espejismos y de injurias...
Hay máscaras de libélulas audaces y máscaras de abejas asesinas
Las hay de murciélagos sordos, de buitres enyesados, de colmenas sin abejas y de panales sin miel, y las hay también de incendios y devastación total…


Una mujer con cara de desierto se puso una máscara de oasis para engañar a los sedientos; y un hombre con cara de inundación se colocó una máscara de resort veraniego, la mujer mira al hombre, el hombre mira a la mujer y se deshacen entre risas y escaramuzas y licuefactos se deslizan en silencio dentro de alcantarillas con sendas máscaras de Baticuevas.

Una paloma con máscara de halcón se enfrenta a un halcón con máscara de paloma y ya no se sabe quién es quién, si el halcón que se come a la paloma o la paloma quien devora al halcón.

Un inhumano con máscara piadosa se apiada de una viuda meretriz disfrazada de guardiamarina, mientras su hijo salta seiscientos tiburones, mil doscientos combinados y se planta de tortuga (apoyado al suelo solo con la frente y la punta de los pies)
-Mami, ya me duele la cabeza, no puedo más
-Tómate un acetaminofen muchacho necio y déjame acabar
-¿Acabar qué, mami?
- No preguntes bobadas…dale, dale, dale duro a esta piñata…
-¿Piñata? Entonces quiero caramelos, mami dame caramelos
-dale, dale, dale, dale duro a esta piñata...

Y las máscaras se multiplican, se hacen interminables, infinitas y ¿por qué no? algo aburridas...
Y ni siquiera es carnaval

sábado, 2 de octubre de 2010

Modernidad



La primera bocanada de humo de un cigarrillo despreciable
la última pepsi-cola del desierto que no quita la sed sino empalaga...
La bendición de las páginas Web
-sabiduría enlatada para todos los gustos-
los misterios de la relatividad
las dificultades de la cuántica
las irrealidades de la realidad
las fractalidades del orden caótico
el fracaso del comunismo
la tragedia del capitalismo
el naufragio definitivo de los demás ismos
el pensamiento sistémico
el pensamiento horizontal
el pensamiento vertical, inclinado, triangular, poligonal
el pensamiento hiperbólico, el parabólico y el antiparabólico
-me quedo con el último, porque si, es el que más me convence-
La codicia de los fondos internacionales
la miseria de los desposeídos
los que todavía buscan comida en los pipotes de basura
los que recogen latas y venden papel carbón
los acartonados que duermen a la intemperie
y nosotros, los de pulmones acartonados
todos estamos en el mismo trasbordador
dando vueltas inútilmente alrededor del mismo sol
que da vueltas desesperadamente
alrededor de un hueco súper masivo
con tanto poder de atracción como el de una pelirroja desnuda
o el de una geisha japonesa...

Pero queda una esperanza
una luz al final del túnel
-pido perdón por la frasecita trillada-
somos energía e información
luz consciente, vida más allá de la vida
muerte más allá de la muerte
que ya perdió su guadaña
-dicen que se la quitaron un par de encachuchados...
otros dicen que fue el malandro ese que se robó la placenta al nacer-
La muerte está desnuda sin su sotana y sin su hoz
es más flaca que una modelo con anorexia
y más ridícula que una comiquita
fuera de la pantalla del televisor...

Qué bueno que la muerte es ilusión,
ahora si puedo dormir tranquilo
y soñar con un río Guaire de aguas cristalinas
y beber de ellas mientras nado alegremente
entre peces y manatíes




Nota: Encachuchados son los que usan cachucha (gorra), peloteros, policias, militares y pantalleros...
Antiparabólicos somos los que no le paramos bolas a nada
Malandros son los delincuentes
Pantalleros son los que se creen la gran cosota y son pura pantalla
¿Alguna otra duda? Pregúntele a San Google