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viernes, 24 de enero de 2020

Foresta *


Juegos de sombras
debajo de alfombras
de verde espesura.

De su cintura
nidos de arroyos
forjan los hoyos
de aguas rellenas.

Sobre las venas
de las raíces
suaves matices
de luces leves. 

Sonidos breves
como murmullos
son los arrullos
de la foresta.

Sigue la fiesta 
con los trinares
con los cantares
con los chasquidos
y los rugidos 
de los vivientes. 

Sombras pendientes 
de los ramales
se configuran 
como señales
de melodías 
todos los días. 


Vaya vaya *

Vaya, vaya, vaya, 
saltaste la valla
buscando una baya
en los jardines del ayer
y entre ayes y llantenes
te aventuraste allende las fronteras
del atardecer en Valladolid. 

Y fue la sombra del Cid
la que, dándote esperanza, 
te animó a empuñar la lanza
y enfrentarte a tu destino
enrumbando hacia el camino 
de la intrépida autoestima. 

Y es la nube la que mima
a ese cielo oscurecido
y es el viento, el muy bandido
el que mima a la ola andante
y es un nuevo comediante
el que trae sabor de luces
¿y no son todas las cruces
los calvarios del edén? 

Pues bien
has logrado reencontrarte
y ya sabes a qué sabe
el honor y la humildad, 
y la gloria que se esconde
sólo Dios sabe dónde… 

Más miradas *


Las pupilas se me pueblan nuevamente 
de miríadas de miradas espejadas
como mundos cobijados por los ojos. 

La mirada autoritaria de mi padre 
la mirada inmarcesible de una madre. 
La mirada inalcanzable de un cometa
la mirada intraducible del poeta. 

La mirada genuflecta del esclavo 
la mirada descubierta del infante
la mirada casi abierta de una herida
la mirada indefendible del infame. 

Las miradas de personas sin destino
las miradas del más próspero camino
las miradas del más lúgubre silencio
las miradas de la risa y del contento. 

Y no quedan más miradas conocidas
al que quiere recordar todas sus vidas 
si tan sólo las miradas tradujeran
el sentir del que mira y del que sueña
y el vivir del que siembra y del que espera

Si tan sólo se poblaran las miradas
del altruismo solidario de las hadas… 

viernes, 10 de enero de 2020

Plumajes


Los ríos de azulejos
desembocan en almohadas
y una lluvia de tordos y turpiales
se desata al horizonte.

Hay cardenales de trinos incendiados
en la altiva llamarada del ocaso
y hay flamingos compitiendo
por un pedacito de cielo despejado.

El blancor de garzas y de grullas
desviste de ropajes a las nubes
desnudando el rocío de su esencia

Y allí estás tú
dándole sentido a tanto plumaje
con tu cándida sonrisa de perlas y jazmines.

Y aquí estoy yo
extasiado ante el albor de tu presencia.

jueves, 9 de enero de 2020

Entre aguas

Nada, nadar, nadar,
bajo la lluvia fresca
de una playa tropical.

Agua arriba, agua abajo
agua adentro, agua afuera.

Flotar boca arriba
mientras las gotas
bautizan alegremente
la humanidad toda
de tu glorioso ser.

Agua arriba, agua abajo
agua adentro, agua afuera.