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jueves, 23 de abril de 2020

Lluvia


Caricia de las gotas cayendo desde el cielo
lavando los pecados del fraudulento suelo
así la lluvia viva renueva los ocasos
cubriendo con sus aguas las rocas, los terrones.

Y llegan cenagales vestidos de agua turbia
para calmar la sed de tierras arenosas
y llegan los fangales pletóricos de charcas
para bañar desiertos de áridas dolencias.

Y todo se renueva con verdes y floridos
colores que reanudan sonrisas forestales
Y todo es magia bella y luces de arcoiris
y toda vida expresa sus cantos de alegría

Y toda vida baila al son de algarabía.

Lluvia que refresca


Lluvia que refresca un suelo consumido
por odios y rencores, miserias y suplicios.
Lluvia que bien lava la sangre derramada
por guerras y batallas, querellas y revanchas.

Semillas encarnadas en suelos oprimidos
celando los secretos de vidas olvidadas,
la lluvia las renueva vertiendo nueva vida
cubriendo con hazañas su pálida esperanza.

Y llueve en los desiertos el llanto de los justos
y llueve en los caminos la ausencia de las paces.
¿Se forjarán arroyos de meandros solitarios?
¿Renacerán acaso los viejos arquetipos?

Y llueve en sendas playas bañadas por las olas
y llueve ciertamente regando las banderas
¿Se borrarán acaso con agua las fronteras?
¿Y si la lluvia quiere, podrá cambiar la saña
por mágica bondad que todo regenera?

La lluvia lava penas bañando las memorias
que el viento no elimina ni el tiempo las destruye
La lluvia que erosiona con su caricia mansa,
con su rocío sincero, con su gotear sereno.