Personalmente,
el dinero nunca me interesó,
más allá de lo necesario
para vivir holgadamente,
la fama si,
esa en cambio si me interesa,
y no es por vanidad.
Lo que sucede es que quiero
necesito regar
y desperdigar
mis mensajes al mundo,
y mientras más gente me conoce,
más gente me lee.
Por eso me alegra
ver mis poemas publicados
en tantas páginas Web,
siempre que sea
bajo mi nombre o mi nickname o mi alias, o pseudónimo,
y no me molesta
en lo absoluto
que no me hayan solicitado permiso para hacerlo;
siempre que esté mi nombre
en la autoría del tema,
porque me promocionan gratuitamente,
y es que una mano lava la otra
y las dos lavan la cara...
Muy mal servicio presta el plagiario a los lectores,
porque desvía su atención del mensajero,
haciéndoles perderse del resto de los mensajes;
y lo importante no es el mensajero sino su mensaje.
El plagiario podrá robarme uno,
dos,
tres poemas,
pero no puede quitarme la musa,
jamás me quitará la inspiración
y ¿qué le dirá a sus lectores cuando se le hayan acabado mis trabajos?,
¿que se quedó sin inspiración?,
jah;
ni que el lector hubiese nacido por debajo de las axilas de su madre...
Mis poemas pueden publicarlos quienes quieran,
donde quieran;
sin ni siquiera preguntarme,
pero con mi nombre o mi nick, o ambos;
ninguna necesidad hay de hackearme el computador
ni de plagiar mi esfuerzo y mi trabajo...
tonisan = Felipe Antonio Santorelli
el dinero nunca me interesó,
más allá de lo necesario
para vivir holgadamente,
la fama si,
esa en cambio si me interesa,
y no es por vanidad.
Lo que sucede es que quiero
necesito regar
y desperdigar
mis mensajes al mundo,
y mientras más gente me conoce,
más gente me lee.
Por eso me alegra
ver mis poemas publicados
en tantas páginas Web,
siempre que sea
bajo mi nombre o mi nickname o mi alias, o pseudónimo,
y no me molesta
en lo absoluto
que no me hayan solicitado permiso para hacerlo;
siempre que esté mi nombre
en la autoría del tema,
porque me promocionan gratuitamente,
y es que una mano lava la otra
y las dos lavan la cara...
Muy mal servicio presta el plagiario a los lectores,
porque desvía su atención del mensajero,
haciéndoles perderse del resto de los mensajes;
y lo importante no es el mensajero sino su mensaje.
El plagiario podrá robarme uno,
dos,
tres poemas,
pero no puede quitarme la musa,
jamás me quitará la inspiración
y ¿qué le dirá a sus lectores cuando se le hayan acabado mis trabajos?,
¿que se quedó sin inspiración?,
jah;
ni que el lector hubiese nacido por debajo de las axilas de su madre...
Mis poemas pueden publicarlos quienes quieran,
donde quieran;
sin ni siquiera preguntarme,
pero con mi nombre o mi nick, o ambos;
ninguna necesidad hay de hackearme el computador
ni de plagiar mi esfuerzo y mi trabajo...
tonisan = Felipe Antonio Santorelli
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