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viernes, 8 de noviembre de 2019

Cuando fui un niño

Cuando fui un niño
yo era invencible, imbatible,
yo era Aquiles sin su talón,
yo era Sansón, con melena de acero inox,
yo era Superman con blanca capa de algodón
a guisa de toalla.

Y así, saltaba en vuelo raudo
desde la cima más alta del escaparate
hasta las profundidades insondables del colchón
sobre la tibia cama.

Cuando paseábamos en el Fairlane de papá
yo siempre me instalaba junto a la ventanilla
del lado derecho,
y si llovía
el auto no era auto:
era submarino nuclear,
y a través del cristal periscópico de la ventana
se divisaban; nítidos, los restos de la Atlántida.

Cuando yo era un niño
cualquier trompo era un cohete,
cualquier perinola era una nave espacial,
cualquier yoyo era un platillo volador,
y nunca me aburría como lo hago ahora
cuando era niño.

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