La empedrada calle estaba
mirando hacia el firmamento,
bastaríale un momento
para fraguar otra traba.
Y la luna se espejaba
en el cálido cemento,
como buscando un fragmento
del amor que se apagaba.
Luna y calle, calle luna
que se agota la fortuna
y la vida desparrama
su meloso melodrama
desenredando la trama
que se oculta tras la fama.
Luna y calle, calle luna:
como siempre inoportuna
¿no comprende que la cama
no es lugar para una dama?
Mas si se enciende la llama
nuestro amor será amalgama.
Nuestro amor será velero
con sus velas desplegadas
con banderas siempre izadas
con su rumbo bucanero.
Nuestro amor será granero
con millones de alboradas,
con canciones y baladas,
entre bolero y bolero.
Luna y calle, calle luna;
no le quede duda alguna:
el amor que usted reclama
desde mi alma se derrama;
cual mi amada le proclama
y le aclama
y le aclama.
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