A la espera
de la insidiosa emancipación
del nanosegundo férreo,
aleatorio, intrigante y etéreo,
medito la inmortalidad del silencio
y callo sus gritos interiores,
gritos en cadencia caótica y febril
que tan solo yo escucho.
Ojalá
(qué bella palabra)
Ojalá
(significa Dios quiera)
Ojala
resucite el esfuetzo
asesinado por apatías carcelarias
y podamos reír y cantar
y vivir sin vegetar
en un vivir VIVIENDO!
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